La trampa de la productividad (parte 1)
Van ya para 20 años trabajando desde que empecé a dar los primeros pasos en los últimos años de universidad. Desde bien pronto, un tema que me ha interesado es el de cómo ser más productivo, entendiendo productividad como desarrollar el máximo trabajo en el menor tiempo posible.
Como ventaja personal siempre he tenido un buen nivel de concentración. Puedo ponerme con una tarea que me “atrapa” y puedo llegar a estar horas inmerso en ella. Es cierto, que desde hace 20 años el nivel de posibles interrupciones (correos, redes sociales, notificaciones, gadgets, etc…) se ha multiplicado. Pero aún así creo que mantengo unos niveles de concentración más que aceptables.
Como desventaja asociada a este nivel de concentración, como es lógico, implica entre otras cosas, que tiendo a ser despistado, a dejar un poco de lado los temas que no me interesan y olvidar tareas si no me las apunto meticulosamente.
Mi acercamiento a métodos de productividad vino en su día principalmente por ese lado. El poder tener un mapa de todas mis tareas pendientes, los correos por responder, y las tareas que están en espera de alguna respuesta o solución. A lo largo de estos años he leído y puesto en marcha diferentes métodos. Empecé en su día a lo grande con el famoso GTD de David Allen . Llegué a funcionar con un sistema GTD sincronizado con el ya casi olvidado Evernote, pasé más tarde a utilizar programas específicos de GTD para tener todo controlado. La verdad, me cansé de ello. Mantener el sistema totalmente actualizado y en orden requería más tiempo del que me ahorraba.
Incentivo Perverso
Por otro lado, siempre me ha obsesionado analizar cómo se pueden hacer las cosas más sencillas y rápidas. Por eso siempre he cultivado esa inquietud por intentar agilizar mis procesos. Gracias a eso, creo que me considero una persona productiva. Saco trabajo adelante rápido y puedo hacer muchas tareas en poco tiempo.
El problema, … que esa productividad siempre hace que absorbas más trabajo y compromisos. Es un incentivo un poco perverso.
Quizá a lo que no he prestado tanta atención es al objetivo y al por qué de las tareas que hago y creo que esto es un mal que afecta a muchas personas.
En palabra de Peter Drucker
“No hay nada más inútil que hacer de manera muy eficiente lo que no es necesario hacer”.
“La gestión es hacer las cosas bien. El liderazgo es hacer las cosas correctas.”
Los meses finales de 2022 y la primera parte de 2023 han sido muy intensas. Hacía tiempo que no escribía por aquí y ha sido principalmente por falta de tiempo. Me he implicado en algunos temas operativos que no tenía previstos durante los últimos meses y la cantidad de trabajo se me ha multiplicado. Seguramente haciendo muchas tareas de manera productiva que jamás debieran ser hechas.
Aprovechando el descanso de las vacaciones de verano aproveché para leer 4.000 semanas de Oliver Burkeman. Había oído que era un libro recomendable y he de decir que me ha gustado. Aunque pudiera confundirse con otro libro más de productividad más, no lo es y tiene ideas interesantes.
Me he sentido en cierto modo identificado con el autor que cuenta cómo ha sido un lector y “aplicador” de sistemas de productividad en el pasado llegando a la conclusión de que ser más productivo nunca llegaba a proporcionar la “paz” que ansiaba ya que acaba absorbiendo más trabajo y más tareas para hacer estando siempre en esa trampa de productividad
El libro me ha ayudado a reconocer algunas debilidades y poner soluciones a algunos temas que barruntaban en mi cabeza. Espero poder seguir siendo productivo y escribir una reseña del libro resumiendo las ideas fundamentales.
Ideas Interesantes
De momento me quedo con algunas cosas sobre las que he pensado mientras leía el libro:
Reconocer que el tiempo es finito y que no podemos alcanzar lo que pensamos que podemos
No somos dueños de nuestro tiempo ni somos capaces de “gestionarlo”
Primero lo importante
No somos tan importantes, al final todos vamos a estar por aquí 4.000 semanas y no tendremos un impacto muy grande en el universo
También dejo por aquí otros dos libros interesantes para la gestión diaria que he leido últimamente:
Hábitos atómicos: Enfoques y explicaciones para la construcción de hábitos.
Invicto: Resumen de principios estoicos para aplicar en la vida y enfrentar los problemas.